Llamamos forma musical a la
estructura de una pieza, a la organización interna de sus cualidades- tiempo, compás, melodía, ritmo,
etc-. El concepto de forma no podemos aprenderlo directamente ya que cada obra
tiene una estructura determinada.
Para entender el concepto de
forma debemos, ante todo, comprender que la música es un lenguaje y, del mismo
modo que estructuramos nuestro discurso para hacerlo inteligible, las melodías
de una obra musical también se estructuran. Y todo encuentra su sentido- como
en el lenguaje hablado- mediante las divisiones del discurso. En el lenguaje
oral o escrito son los signos de puntuación los que provocan estas divisiones;
en el lenguaje musical también hay signos de puntuación, pero reciben el nombre
de cadencias.
Las cadencias son los acordes que indican el final de una sección o parte
de una obra y son las siguientes:
- Perfecta, que equivale al punto
- Imperfecta, que equivale al punto y coma
- Atenuada, Rota o evitada, que equivale a la coma
También podrían dividirse en
conclusivas- dan por finalizada la idea musical- y suspensivas (Semicadencia) dejan la idea
interrumpida para que se resuelva posteriormente (así como hace una coma)
Las obras musicales se han ido encuadrando en formas predeterminadas a lo
largo de la historia. Estas son las más comunes
1- Estrófica A A´: En este tipo de forma sólo hay una
sección que se repite continuamente, aunque pueda tener ciertas variaciones
tímbricas, rítmicas o melódicas en cada repetición. Ejemplo: “Caminar” del
ciclo La bella molinera de Schubert
2- Binaria: Claramente hay dos partes bien
diferenciadas. Una A y una segunda B. Ejemplo: Minué en Sol M de Bach.
3- Ternaria: En este tipo de forma, la obra termina
con el mismo tema con que empezó. Puede tener diversas formas como: A- B- A; A
– A – B; A – B – B; A- B- C aunque la estructura preferente es la primera.
Ejemplo El jinete salvaje de Schumann
4- Rondó: En este tipo de forma existe un estribillo o
tema central que se va alternando con episodios musicales que siempre vuelven a
él. Se basa en un tema principal que reaparece y se alterna con diferentes
temas intermedios. En un rondó, el tema principal A suele desarrollarse tres
veces ó más. Estas repeticiones se alternan con los temas musicales o episodios
llamados contrastes. Su esquema sería: A – B- A- C- A – D. Ejemplo Rondó alla turca de Mozart
A. Tema principal.
B. Primer episodio en otra tonalidad (de dominante o
relativo mayor/menor).
A. Repetición del tema principal.
C. Segundo episodio en otra tonalidad
A. Repetición del tema (a veces con coda: Técnicamente se trata de una cadencia expandida. Con lo cual, puede ser tan
simple como unos pocos compases o alcanzar tal complejidad que constituya una
sección entera)
5. Tema con variaciones: Existe un motivo central
llamado tema, que es seguido por un número de variaciones que conservan la
impronta original. Cada una de ellas diseña el tema de diferentes maneras,
variando el timbre, el ritmo, la orquestación, la textura, la armonía, la
melodía; sin perder sus trazas básicas. Ejemplo: Tema y variaciones – Sonata KV 331 de Mozart.
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